lunes, 21 de noviembre de 2022

Propósitos de año viejo

mood:  No más culpas
music: la banda sonora del Martillo Vil, de WoW Legion

Estaba pensando que este año ha sido un desastre a nivel blogueril, pero veo el número de posts de los últimos años (exceptuando 2020, el retonno) y está más o menos a la par. Y eso que hay cositas pendientes... Igual no es tan malo.


Yo quería haber escrito sobre propósitos en enero. Ideas que no llegaron a plasmarse en ningún enunciado "oficial", pero sí he tenido presentes de alguna manera durante el año y han empezado a florecer.

Una era priorizarme yo. Y no ha ido mal, pero quizá necesito concretar un poco más, porque siento que quien mucho abarca, poco aprieta, y al final se me acaban escapando cosas 🤔
Para eso también me hace falta aprender a fijarme en mí y calibrar la "batería" que me queda en cada momento. Mil veces dejo de hacer algo que necesito por una interrupción inocente que se alarga y se alarga, y cuando me doy cuenta ha pasado una hora y no me quedan ni ganas de vivir (figuradamente)... Es uno de los motivos por los que tengo cinco o seis borradores digitales y analógicos que quién sabe si algún día verán la luz. Que me entre en la cabeza que estoy en un entorno seguro y saber decir que no en esas ocasiones.

Y la otra... Es que ni siquiera sé cómo decirlo ^^U Fue algo así como "quiero ser gótica". Veinte años (OMG, se dice pronto) pensando que me encanta esa estética, pero dejándolo pasar por unos miedos u otros. Pues no más.
En el Rockfest compré mi primera pulsera de pinchos. Ahora estoy esperando alguna cosita de vestir negra sencilla pero bonita (tirando a lo básico para empezar; todavía me da mucho respeto combinar la ropa xD). Y qué bien me sentí hace un par de días cuando estrené mis botarras de cordones, no esperaba ese subidón =^^=
Como el cómic de Shen. Eso es lo que quiero seguir haciendo 💜


Por otro lado, también está empezando a germinar un deseo nuevo para el año que viene, aunque sea pronto: terminar cosas.

Tengo decenas de proyectos pendientes, a la mitad o simplemente a la espera del último toque, pero por algún motivo no soy capaz de completarlos. Los miro, me miran, y entonces empiezan a pesar y ahogarme y a convertirse en obligaciones sin cumplir que me señalan para que me avergüence de ello; por supuesto, la mejor manera de conseguir que los retome (ironía). "Cerebro estúpido", como dice N...
Es otro de los motivos de los borradores.
Quiero hacer las paces con todas esas cosas a medias y terminarlas en condiciones. Disfrutar el proceso, y que luego pueda mirarlas a la cara y sentirme orgullosa de haberlo hecho (o, al menos, no recordarlo como "esto es esa cosa en la que tardé tres años para apretar un tornillo". Con ser neutral me vale).


Pensaba que era un poco pronto para pensar en propósitos para 2023. Pensaba que también podían ser propósitos para los 35. Pero pueden ser las dos cosas, y aprovechar este mes y algo en que ambos periodos se solapan para trazar el plan de acción.
A ser posible, en papel y con pluma.

Y sin más culpas.