lunes, 30 de agosto de 2021

Barrio pirata

mood:  "... libres como el mar"
music: Hacia la aventura, de la BSO de Los Teleñecos en la Isla del Tesoro

Cuando empecé a salir sola de casa, estas calles fueron las primeras que me vieron. Sus casitas me recordaban al puerto de algún pueblo costero de una película de época; sobre todo ese edificio bajito, con molduras de colores y barrotes de forja en todas las ventanas y balcones, y largas antenas como cañas de pescar.

Caminaba por ellas emocionada y confiada, acompañada de mi anillo que cambiaba de color con la luz del sol, observando a las personas con las que me cruzaba. Y entre toda la gente normal, con frecuencia veía otros personajes que me llamaban la atención.
(No lo digo de mal, los "personajes" en el peor sentido siempre han ido a su bola y jamás he tenido miedo de andar sola por la calle)
Como aquel hombre tan parecido al señor Smee, habitual en mi lugar de destino y a quien a veces veía trabajando en un bar del camino.


Hoy he vuelto a pasar por allí, cinco años después de la última vez (probablemente más), buscando de nuevo esas sensaciones.

Aún conservo el anillo, aunque se encuentra jubilado en la mesita.
El bar cerró.
Todo lo demás, el aspecto de los edificios, la impresión general, continúa ahí.

Me pregunté entonces por la gente. Y en ese momento me fijé en un hombre que acababa de amarrar su barco aparcar el coche. Pelo largo castaño claro con un poco de cartón, vaqueros y camisa blanca de mangas inusualmente anchas.

Ya no faltaba nada. Los piratas que encontraba mi yo de 12/13 años también siguen allí ^^

sábado, 28 de agosto de 2021

Flashback

mood:  Me ha pillado desprevenida
music: World Beyond the Clouds, de Nom

Hoy he tenido una sensación por la calle que no notaba desde hace años. El pellizco en el estómago ha sido más débil que entonces... pero ha sido.

Mirar a mi alrededor, la gente, los edificios, y sentir que detrás hay algo que no se ve. Que puede haber magia en cualquier sitio. Que las cosas no son lo que parecen y la magia está ahí, sólo hay que saber mirar.


Y si ha sido, puede volver.

Necesito recordar cómo mirar.

domingo, 8 de agosto de 2021

Cambio de perspectiva

mood:  Descansando con las nubes

Escrito en la piscina con boli y papel. Creo que es la primera vez que no me ha importado que el café se enfríe... Igual también echo de menos escribir con mis manitas en mi libreta especial.


Ayer me encontré en una conversación que no esperaba alrededor de este vídeo, y me dejó pensando en otras situaciones en las que yo también me he sentido un poco así:


Recordé una de las últimas veces que fui al encuentro de Benagalbón en verano. Hicimos una celebración del perdón y yo me puse en la cola para confesar (como somos/éramos tantos se hacía una cola única, del estilo de las cajas de Primark xD, y no sabías con quién te iba a tocar). Cuando llegó mi turno, entre otras cosas, conté que era muy floja porque, aunque se suponía que sabía lo que podía conseguir (y lo dije con esas mismas palabras, atención), no hacía lo necesario para ello.
Pero no era un cura cualquiera, era Felipe Nieto. Y me preguntó "pero floja... ¿o desmotivada?" Me dejó muerta porque jamás en la vida se me habría pasado por la cabeza esa posibilidad, y aunque en el momento respondí que sólo era un problema de vagueza, la pregunta se quedó ahí macerando al fondo del cerebro.

Hoy entiendo perfectamente aquel "se supone", porque sé que realmente nunca me creí que pudiera hacerse realidad llegado el momento. Y si sabes que esa única recompensa no va a llegar, ¿qué te queda? ¿Para qué esforzarse?

Estoy segura de que en sus muchos años de servicio se habría encontrado más de una vez y más de dos con situaciones similares en las que nadie se había preocupado por descubrir el motivo real enterrado debajo. Gracias por no quedarte en la superficie, por hacerme reflexionar todavía hoy aunque hayan pasado diez años y por ayudarme a entender que no todo dentro de mí está roto.


Relacionado con esas cosas que quería hacer y no hago, una duda que me corroe con asiduidad es si de verdad me esfuerzo, o si pienso que hago lo que puedo como una excusa ante mí misma.

Durante la carrera poca gente se posicionaba abiertamente de mi lado. La inmensa mayoría, sobre todo en mi familia, guardaban silencio o insistían (unos días en modo poli bueno y la mayoría de poli malo) en que lo que hacía no era suficiente. La única que recuerdo que me apoyara incondicionalmente tras un examen era mi abuela Marina. Aunque estuviera triste porque no me había salido bien, ella siempre me preguntaba "¿has hecho todo lo que has podido? Pues ya está, el que hace lo que puede no está obligado a más. La próxima vez será." No siempre me lo creía, pero sí agradecía sus palabras de ánimo.


Ahora también pienso en eso con frecuencia y hoy he tenido una iluminación. Quería hacer cosas, sí. No las he hecho todavía, no. ¿Por qué? He hecho otras, vale. ¿Pero por qué priorizarlo de esa manera? ¿Qué otras cosas son prescindibles? ¿Podía sacar y aprovechar (maldita palabra) algo de tiempo de ahí?
Ducharme más rápido, hacer algo a la vez que como/ceno, robarle horas al sueño, no parar un segundo. Podría, cierto. Físicamente nada me lo impide excepto lo de dormir... eso sería más jodido.

Y aquí la pregunta del millón que tantas veces pasamos por alto. ¿Sería (más) feliz haciéndolo?

NO. La respuesta ha resonado muy claramente.

Así que quizá ésa es la definición de "lo que se puede" y así es como debemos medirlo.


Quizá sí hacía todo lo que podía, aunque en ese momento no fuera suficiente para aprobar.
Quizá ahora también hago todo lo que puedo. Pero quizá no es momento de avanzar según ese plan teórico ideal, sino de afianzar.


Gracias, abuelita.