sábado, 12 de marzo de 2022

Deja abierto

mood:  Escuchando
music: 18 and life, de Skid Row

Llueve. Por fin me he despertado con el sonido de la lluvia en el tejado, y aunque luego tendré que salir, de momento quiero disfrutarlo.

Me he sentado en el sofá con mi colacao calentito y mi sudadera de peluche, escuchando los golpecitos del agua mientras miro por la ventana. Las gotas corren juguetonas por los cristales, haciendo carreras entre ellas para ver quién llega antes abajo o quién aguanta más, quién hace el camino más largo, quién consigue llegar con las menos ayudas posibles o quién sube más alto tras rebotar en el poyete. ¡A saber a qué otras cosas juegan! No recuerdo si he sido gota de agua, pero estoy segura de que se lo pasan bien.

Me relaja mucho la lluvia. Hacía meses que no llovía y ha venido en un buen momento, una semana bien servida de horas extra y tonterías que necesitan ser limpiadas.


Mientras subía las persianas mi mente vuela hasta otro sitio durante un segundo, un lugar más oscuro y amarillento, y en cierto modo agobiante.
"Baja eso! Se van a manchar los cristales!"
¿Pues luego los limpio?
"¿Y si se pasa una semana lloviendo?"
Pues cuando termine la semana.

Respuestas obvias para mí que a la vez me sorprenden en cierto modo. Y me lleva a preguntarme: ¿qué hace el resto del mundo en esta situación? Me fijo en las ventanas que se ven desde aquí y cuento. 10 persianas cerradas, 10 a medias (que por abajo se van a mojar igual), 20 completamente subidas.

Vuelvo a mirar las perlas de agua sobre la ventana y cómo la luz pasa a través de ellas, cambiando la imagen que hay al otro lado.
    Cerrado porque hace frío.
    Cerrado porque hace calor.
    Cerrado porque llueve.
    Cerrado porque hace viento.
    Cerrado porque nos ven.
En invierno pelúo y verano abrasador yo también entorno las persianas, no voy a negarlo. Pero "nos ven"... ¿quién? ¿Alguien sentado en el sofá de su salón viendo la tele te va a ver sentado en el sofá de tu salón mientras ves la tele? ¿Alguien en la mesa a la hora de comer te va a ver en la mesa a la hora de comer? ¡Qué escándalo!


A mí déjame abierto. No voy a hacer nada que necesite ocultar a mis vecinos. Quiero ver luz, la lluvia y el viento, aunque luego tenga que limpiar los cristales.

Ésta es mi casa.

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