viernes, 8 de abril de 2022

Observando, parte 1

mood:  En camino
music: Listen to your heart, de Roxette

Entre muchas dudas ("¿se hace así? ¿qué tengo que hacer después? ¿sabré pensar? ¿tengo que cambiar algo?"... siempre "tengo", obligación, y siempre miedo a hacerlo mal) estoy empezando a fijarme en cómo me siento estos días.


Lo primero que he visto es que estoy MUY cansada. Físicamente con frecuencia, aunque estoy intentando dormir más, pero sobre todo mentalmente. El último mes ha sido un infierno de trabajo tanto para mí como para N que ya venía con mucho desgaste y no hemos salido bien parados individualmente, lo que también ha afectado mucho entre nosotros. Con este nivel de cansancio muchas veces me cuesta hasta recordar qué he hecho en el día (y de analizar por qué, ni hablamos) y en el trabajo me cunde menos tres.


El finde pasado fue el Cebafoc y prácticamente pasamos el día fuera. Salimos a media mañana a dar un paseo, vimos las paradas, nos tomamos un vermut que enganchó con comida improvisada y un café, compramos algunas cositas ricas de comer y volvimos a casa un ratito; más tarde fuimos a la cercavila y llegamos a casa para cenar. Me encantó ver a N con energía y sonriendo tras la buena noticia del viernes, proponiendo cosas divertidas que no habíamos hecho nunca. De verdad necesitamos aire nuevo.

Otra cosa que me hizo pensar fue el hecho de que compramos cena para mí, porque aunque teníamos sopa en casa, mi estómago estaba un poco raro y pedía algo más sólido.
No estoy acostumbrada a hacer cosas sólo para mí cuando estamos los dos... Muchas veces me siento egoísta por eso. Es algo que me estoy quitando, y en realidad me encanta irme sola por ahí cuando tengo el día libre y volver a última hora, pero no tengo mucha práctica de hacerlo yendo acompañada. Por eso me sorprendí un poco a mí misma aceptándolo sin rechistar mucho... quizá tuvo que ver habernos sentido bien durante el día, sin pensar en la posibilidad de que hubiera dobles sentidos en la actitud del otro o paranoias de ese tipo.
Me dio vergüenza plantear que prefería comer algo distinto. En mi mente una voz decía "¿es que no puedes comer lo que todos, hay que hacerte algo especial?"
Afortunadamente las cosas buenas callaron esa voz en poco tiempo. Intentaré vigilarla.


Otra cosa de la que me he dado cuenta es de que valoro muchísimo la independencia. No tengo problema si alguien me pide ayuda, pero por favor, inténtalo primero. Reconozco que a veces yo tardo demasiado por probar de mil maneras, porque no me gusta llegar con las manos vacías y que el "necesito ayuda" se transforme en "házmelo tú"... Lo he visto bastante últimamente y sorry-not sorry pero no. Pregunta las veces que haga falta y coge apuntes, porque no siempre va a haber alguien que te saque las castañas del fuego (y no pasa nada). Así se aprende y se mejora :)


Y hoy me estaba sintiendo mal conmigo misma por haber puesto un límite a algo que no me apetecía hacer; por no haber aceptado... pero me he ido a la ducha calentita, aunque fuera una hora muy distinta a la que me suelo duchar habitualmente, y he dejado que el champú se llevara todos los pensamientos feos para que el agua hiciera crecer los bonitos.

Eso es lo que necesito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario