domingo, 22 de mayo de 2011

A cal y canto

mood:  ...

Parece que las aguas vuelven a su cauce. O no, vete a saber, porque como aquí todo el mundo es supercariñoso contigo mientras te despellejan por detrás... En fin, la semana que viene es la comunión de mi prima Joffrey, en Murcia. A ver qué tal. Aunque sinceramente, no espero que haya novedades.

Me gustaría utilizar la memoria selectiva para borrar cómo un día me encontré con gente no invitada diciéndome lo que tengo que hacer en mi cueva, pero necesito escribir un par de pensamientos antes de dejar que el tiempo cumpla su deber para con los recuerdos desagradables. Y dado que en el Reino de la Hipocresía nunca ha pasado nada...


Es ALUCINANTE cómo la gente puede sacar las cosas de contexto, y quedarse con un detalle que malinterpreta porque no sabe a qué me estoy refiriendo. Roza la manía persecutoria; si no lo sabes, es porque no va contigo, y no te tienes que molestar.

Me parece INCREÍBLE que se me acuse de hipocresía, y más de parte de mi padrino de confirmación; ésta es mi cueva y mi metro cuadrado, más personal que mi habitación, donde desde hace seis años escribo lo que siento, y no para quedar bien ante nadie.

Muchas veces me dicen "hay que ver, te cierras mucho en ti misma, no sabemos lo que piensas": enhorabuena, habéis conseguido que ponga una puerta con cerrojo y mirilla. Me jode enormemente tener que abrir de uno en uno a las personas que quiero y dejarme fuera a toda la gente que podría conocer si el blog fuera público como antes.


Pensaba que ya éramos todos grandes para andar con gilipolleces.
Yo sí que estoy decepcionada.

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