martes, 8 de noviembre de 2005

Se acerca el Hocus Pocus!

mood:  Ya falta menos! ^^
music: White reflection, de Gundam Wing

SÍIII!!!! Dentro de dos semanas y algo, y el día de mi cumpleaños, empieza el Hocus Pocus! :D Yo kiero, yo kiero, yo kieroo ^o^

Os dejo el cartel, para que lo veais y os animeis a venir a alguna de las actividades (uséase, a hacer el friki en los pasacalles :D) Espero que os guste (aunque haya por ahí alguna metida de pata cuántica xDDD ;P seis años después, lo he entendido del todo xD)! ^^


~ Perfúmate de magia ~

Se ha comprobado que los núcleos atómicos que contienen 2, 8, 20, 50, 82 y 126 protones o neutrones poseen una energía de enlace particularmente elevada. La excepcional estabilidad que resulta de ello (causada, según explican los expertos en Física nuclear, por un efecto cuántico) pudo explicarse hacia 1947, mediante un modelo en capas del núcleo atómico en el caso de una forma esférica.

Estos números mágicos corresponden, en efecto, al final del llenado de una capa definida por sus números cuánticos, mientras que los nucleones siguientes deben situarse en capas de menor energía de enlace. En el caso de los números mágicos la variación de las propiedades nucleares es tanto más potente cuanto mayor es la distancia energética entre las capas nucleares implicadas.

La noción de número mágico se ha extendido a los núcleos atómicos no esféricos, donde también pueden observarse unos similares efectos de cierre de una capa nuclear, aunque para unos números de protones o de neutrones diferentes de los números mágicos de los núcleos esféricos.

Ya sé que parece una broma, pero las apariencias engañan... a veces, incluso, porque no engañan. En esta ocasión, éste es el caso. Quien lo desee puede comprobarlo por sí mismo. No tendrá que recurrir a fuentes de información muy sofisticadas. Bastará con que le eche un vistazo a la entrada “mágico” de la enciclopedia Larousse.

“Números mágicos”. Suena tan sugerente como poco científico. La cuestión es: ¿por qué recurren los científicos a una expresión así? ¿Será que también ellos son sensibles al magnetismo del aroma que el adjetivo “mágico” evoca y convoca? ¿Será que también ellos son sensibles al hechizante perfume exhalado por las cosas que actúan de un modo que nos maravilla porque excede nuestra capacidad para abordarlo con explicaciones razonables?

Números mágicos. Remedio mágico. Varita mágica. Momento mágico. Sonrisa mágica. Tener magia en la mirada.

Mágic@. Sí, ya sabes, alguien o algo extraordinario. Alguien o algo al margen de la normalidad. Alguien o algo especial, ajeno a la norma de lo común. Eso (alguien o algo) que te seduce porque te fascina, que te fascina porque te maravilla, que te maravilla porque te encanta, que te encanta porque te hechiza, que te hechiza porque te atrae, que te atrae porque te absorbe hacia sí sin que tu sepas cómo, ni por qué, ni para qué, y porque aunque no lo sepas, sientes muy hondo dentro de ti que deseas dejarte llevar, que quieres dejarte arrastrar, que anhelas dejarte secuestrar por eso. Por eso que no sabes qué es en realidad y que en realidad no te importa qué sea. Aunque te gustaría saberlo. Aunque te gustaría darte el gusto de saberlo porque quieres saborearlo, porque quieres saber cómo sabe. Y te dejas llevar absolutamente entregad@. (Entregad@ a estos porques refractarios a todo por qué.) Empapad@ por la magia de lo mágico. Impregnad@ por la magia de lo mágico. Preñad@ por el sabor de lo mágico. Fertilizad@ por el fecundante perfume de lo mágico.

Ser mago es una cosa y ser mágico otra. (Habrá quien diga que, a diferencia de los magos, las magas siempre son mágicas. Es cierto, pero éste es un tema muy peliagudo que yo preferiría tratar en otro sitio...)

Sí, tú sabes que una cosa es hacer magia y otra ser mágic@. No es lo mismo.

Quien quiere hacer magia tiene que conseguir que le enseñen, tiene que aprender, tiene que fatigarse practicando lo que ha aprendido, tiene que sudarse la chistera... Ser mágic@ es distinto: es como ser aromático: no requiere esfuerzo: es algo que, cuando sucede, sucede. (Y por eso hay atardeceres mágicos, llaves mágicas miradas mágicas, etc.)

Para ser mágic@ basta y sobra con tener el fragante don de perfumar a los demás con el maravilloso aroma de la magia.


NOTA: para ser mágic@ también sirve dejarse impregnar por la magia de los que hacen magia. Dos son las razones:

  • Primera, cuando se produce, la magia es siempre mágica, la haga quien la haga.
  • Segunda, la magia es como la alegría, es como la simpatía, es como el buen rollo: una fragancia que irradia sutiles oleadas expansivas de un aroma imperceptible que impregna, perfuma, contagia y magnetiza. ¿Acaso no te has dado cuenta aún de que en contacto con lo mágico tú también te vuelves mágic@, y de que cuando tu estás mágic@ todo a tu alrededor se vuelve mágico? (Mágico, ya sabes, especial, maravilloso, encantador, etc., etc.)

Déjate impregnar de magia, te volverás una persona encantadora que encanta cuanto hay a su alrededor.

Déjate preñar por la magia, verás brotar una nueva realidad dentro de ti.


Perfúmate de Magia

Juan Cabrera Contreras
Decano de la facultad de Bellas Artes de Granada

Hocus Pocus 2005

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