El sábado, Pilar empezó a encontrarse algo mejor. Y menos mal, porque para la panzá de ibuprofenos, paracetamoles y flumiles que se tomó... No sé si es que me tenía que haber metido en Enfermería o algo (mejor lo dejo para los ratos libres xD). Dedicamos el día a descansar, básicamente; por la mañana dimos un paseo corto por las tiendas cerca del hotel. Por la tarde, como Pilar había estado los dos días anteriores haciéndome preguntas ["¿cómo es la arena?", "¿huele a mar como en España?"; cosas que... no sé, detalles de los que seguramente no me habría dado cuenta si ella no me hubiera preguntado :)], bajamos un ratito a la playa. A todo esto, mi abrigo no había aparecido, por lo que me eché la toalla por los hombros. ¡Hombre! "Ande yo caliente...", literalmente. Hacía fresco y subimos de nuevo a la habitación, para hacer las maletas con tranquilidad. Yo lo flipo, me cabían las cosas mejor que a la ida xD (y no, el abrigo lo llevaba puesto :P) Mi maleta es una entrada a otra dimensión... xD Y na, por la noche cenamos y nos fuimos a acostar pronto, que al día siguiente teníamos circuito otra vez y habría que madrugar.
Continuará...
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